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Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
Hoy, las emisiones de gases de efecto invernadero son un 50 % superiores a las de 1990, y siguen aumentando. El cambio climático es un proceso a escala planetaria y las medidas locales no pueden detenerlo. A largo plazo, sólo una reducción global de emisiones puede reducir sus efectos, aunque el tiempo de respuesta del clima no es inmediato. A corto plazo, la adaptación efectiva al calentamiento global pasa por una gestión eficiente de los recursos hídricos de forma que permita desarrollar mecanismos de resiliencia climática -por ejemplo, en los sistemas de producción de alimentos-, y reducir la vulnerabilidad de las comunidades. En este contexto, la Agenda 2030 propone:
- Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y desastres naturales en todos los países. Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.
- Mejorar la educación, la concienciación y la capacidad humana e institucional en relación con la mitigación del cambio climático, la adaptación al mismo, la reducción de los efectos y la alerta temprana.
- Cumplir el compromiso de los países desarrollados que son parte de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de alcanzar, en 2020, el objetivo de movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales, procedentes del conjunto de las fuentes, a fin de atender las necesidades de los países en desarrollo respecto a la adopción de medidas concretas de mitigación y la transparencia en la aplicación, y poner en pleno funcionamiento el Fondo verde para el clima capitalizándolo lo antes posible.
- Promover mecanismos para aumentar la capacidad de planificación y gestión eficaces en relación con el cambio climático en los países menos avanzados y en los pequeños estados insulares en desarrollo, centrados concretamente en las mujeres, personas jóvenes y comunidades locales y marginadas.
