La despensa de Adalet

Almacén de calabazas (Laos)


Cada día se consumen millones y millones de alimentos en todo el mundo. Detrás hay industrias fuertes y complejas que incluyen la producción, el transporte —incluso de continente a continente—, el almacenamiento o la comercialización, entre otros muchos factores. El desarrollo del comercio brinda a los consumidores un acceso sin precedentes a los alimentos, especialmente a los hogares de menores ingresos, y no puede ponerse en cuestión que contribuye decisivamente al progreso de las comunidades ya la reducción de las desigualdades entre los países.


Sin embargo, el modelo actual de producción y consumo plantea desafíos ambientales y sociales importantes. Por un lado, millones de personas, sobre todo en las zonas rurales de Asia y África Subsahariana, viven de agriculturas de subsistencia. Es decir, sólo consumen lo que ellas mismas son capaces de producir. Casi 800 millones de personas viven todavía en una situación de extrema pobreza, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas como la salud, la educación o el acceso al agua potable ya los alimentos.


Por otra parte, muchas sociedades están inmersas en una versión poco amable del consumo: el consumismo, que empuja a los consumidores a adquirir compulsivamente más y más productos, incluso cuando no son necesarios. Este comportamiento, del que depende en gran medida el sistema económico actual, tiene graves consecuencias para la salud del planeta, ya sea por el enorme consumo de recursos que comporta, como por la gran cantidad de residuos que genera.


Para 2050 se prevé que la población mundial será de 9.600 millones de personas, 2.000 millones más que la actual. Si el ritmo de consumo se mantiene y nada cambia, la humanidad necesitará tres planetas para abastecer toda esa demanda. Por eso es más necesario que nunca replantear los patrones actuales de producción, comercio y consumo, poniendo en práctica valores como el desarrollo sostenible, el ecologismo o el consumo responsable.


La despensa de Adalet es un viaje fotográfico a través de los diferentes engranajes que conforman la rueda del consumo de los alimentos, con el objetivo de aportar elementos para la reflexión que contribuyan a la construcción de un mundo socialmente más justo, y ambientalmente más sostenible, de acuerdo con los postulados de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas.


Una noia himba fent pa (Namíbia)

Collita d'arròs (Laos)

Una mujer himba amasando pan (Namibia)
Cosecha de arroz (Laos)