Según la Federación Internacional para el Comercio Justo (WFTO), el comercio justo ha experimentado un crecimiento anual de aproximadamente el 10% en los últimos años. Esta forma de comercio promueve la equidad, la justicia social y el desarrollo sostenible en el ámbito de las transacciones comerciales en los mercados internacionales, buscando establecer relaciones comerciales directas entre productores y compradores, eliminando intermediarios innecesarios y asegurando una comunicación transparente entre todos los agentes implicados. En el marco del Comercio Justo se respetan los derechos humanos, se prohíbe el trabajo infantil, se promueve la igualdad de género y se garantizan condiciones laborales seguras y justas para los trabajadores, especialmente en los países en desarrollo. Según la WFTO, aproximadamente el 60% de los productores de comercio justo son mujeres.
“ Gracias a las organizaciones de productores de comercio justo, un 30% de las
familias productoras han salido de la pobreza— Federación Internacional para el Comercio Justo (WFTO)
Mercado de Lalibella (Etiopía)
Los precios de los productos comercializados bajo el sello del Comercio Justo son a menudo superiores a los precios del mercado convencional, ya que no sólo cubren los costes de producción, sino que también proporcionan un ingreso digno para los productores. Por su parte, los proyectos suelen invertir en el desarrollo de comunidades locales como la construcción de infraestructuras o la promoción de programas educativos y de salud. En el ámbito medioambiental, se fomenta el uso sostenible de los recursos naturales y la adopción de prácticas respetuosas con el entorno. De esta forma, el comercio se convierte en una herramienta poderosa de transformación en el contexto de la economía global.
Los sellos de Comercio Justo identifican a los productos que
cumplen con los estándares. Actualmente, éstos son los más importantes: