El valle, que tiempo atrás era un manto de bosques densos, hoy está parcheado por campos de cultivo de texturas y colores diversos. Los campos se extienden en diferentes direcciones, cosidos por vallas o líneas de arbustos, y están atravesados por carreteras sinuosas y senderos que serpentean caprichosamente a través del mosaico. El sonido del viento se mezcla con el canto de algunos pájaros que encuentran refugio en los árboles de los márgenes. A pesar de la transformación del paisaje, los árboles dispersos y las áreas de vegetación natural todavía proporcionan lugares donde los animales pueden anidar.
“ La agricultura es responsable del 80% de la desforestación del planeta
y del 70% de la pérdida de biodiversidad terrestre
— Organización de les Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
La agricultura es una de las principales causas de la degradación del entorno natural. La deforestación o el drenaje de humedales para establecer pastos y campos de cultivo fragmentan los hábitats, reduciendo la superficie disponible para la vida silvestre. Los productos químicos que se utilizan son responsables de más del 70% de la contaminación de los ríos y aguas subterráneas a nivel mundial. Los insecticidas, herbicidas y fungicidas matan hierbas, insectos y muchas formas de vida silvestre que sirven de alimento a aves y otros animales. Los fertilizantes son responsables de la eutrofización de los ecosistemas acuáticos, es decir, de la proliferación descontrolada de plantas y algas fitoplanctónicas que crean zonas muertas o áreas de bajo oxígeno donde los peces y otras formas de vida acuática no pueden prosperar. El consumo de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero o el desgaste de acuíferos son otros impactos significativos.
“ El 38% de las masas de agua de la Unión Europea
están sometidas a la presión de la contaminación agrícola
— Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector de la alimentación es responsable de aproximadamente el 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial. Además de ser un importante consumidor de combustibles fósiles, las actividades agrícolas liberan dióxido de carbono fruto de la deforestación, metano proveniente de los cultivos de arroz u óxido nitroso por el uso de fertilizantes. La ganadería, y en particular la cría de ganado vacuno, es también una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero, que son liberados durante la fermentación de los alimentos en los sistemas digestivos de los animales, o a través de la gestión de sus residuos. Por otra parte, los alimentos producidos a larga distancia o fuera de temporada son responsables de la emisión de grandes cantidades de gases debido a la energía que consumen en su conservación y transporte desde su lugar de origen hasta a los consumidores finales.
“ A escala mundial, las actividades ganaderas son responsables del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero
— Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura