La matanza del cerdo (Cataluña)
El cabeza de familia, que ya tiene experiencia, se acerca al animal y con determinación le hace una incisión precisa en el cuello. Es un momento solemne. Entonces comienza un proceso frenético que involucra a todos los presentes para separar sus partes y convertirlas en chorizos, butifarras, embutidos o lomo curado. La matanza del cerdo es una práctica tradicional arraigada en muchas regiones de Cataluña y, más allá de su valor gastronómico, tiene un significado cultural y social significativo. El evento se convierte en una fiesta en la que amigos y vecinos se reúnen para compartir el trabajo.
Los
diversos productos que se obtienen del cerdo se conservan durante todo el año
y, tiempo atrás, proporcionaban una fuente de alimento imprescindible para las
familias. Aunque es una práctica que es objeto de debate en términos de
bienestar animal y salud pública, la fiesta sigue formando parte de la cultura
y de la historia del territorio. Tradicionalmente, el cerdo se hacía crecer en
la misma masía familiar. Sin embargo, hoy en día casi todos se crían con
técnicas intensivas en instalaciones especializadas. Además, la actual Ley de
Protección de los Animales de Cataluña, prohíbe expresamente matar al animal en
público.
“ En la Unión Europea, el 60% de la carne de cerdo se produce en sistemas intensivos
— Eurogroup for Animals
El 75% de la carne que se consume en los países desarrollados se produce en sistemas intensivos, es decir, en espacios reducidos y mediante técnicas y tecnologías que maximizan su rendimiento. En contraposición a la ganadería extensiva, el ganado vive en condiciones de temperatura, luz y humedad creadas de forma artificial, y se alimenta de alimentos procesados ricos en proteínas. Además, se utilizan medicamentos para prevenir enfermedades y hormonas para promover su rápido crecimiento. Gracias a su capacidad para producir grandes cantidades de carne, leche y otros productos en poco espacio y tiempo, este tipo de ganadería se ha vuelto dominante en muchos países desarrollados.
“ El 33% de los cereales producidos a nivel mundial se destinan a la alimentación del ganado estabulado
— Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
Aunque
ofrece gran cantidad de alimentos a precios competitivos, la ganadería
intensiva es fuente de controversias y preocupaciones. En las granjas, los
animales se mantienen confinados y agolpados, lo que limita su movimiento y
comportamiento natural, generándoles estrés y enfermedades. El consumo
intensivo de antibióticos para prevenir enfermedades puede dar lugar a la
aparición de bacterias resistentes, lo que también supone un riesgo para las
personas. Los animales se alimentan de alimentos procesados, lo que incide en
su salud y, de rebote, en la calidad de los productos. El uso de tierras
agrícolas para el cultivo de forrajes para la ganadería compite directamente
con la producción de alimentos vegetales para la población humana. Por otra
parte, la concentración de ganado produce una enorme cantidad de estiércol y
residuos que, si no se gestionan adecuadamente, contaminan el agua y el suelo.