Relieve egipcio de la captura de un buey
Hace
unos 10.000 años, durante el Neolítico, los seres humanos descubrieron que
capturar animales, domesticarlos y mantenerlos vivos para utilizarlos cuando
fuera necesario, les permitía reducir la incertidumbre que les suponía el
depender de la caza por alimentarse. Con el paso del tiempo, las comunidades
cazadoras-recolectoras se fueron convirtiendo en comunidades agrícolas y ganaderas,
y el pastor se unió al campesino como un proveedor esencial para las sociedades
sedentarias. Se cree que los primeros animales domesticados fueron perros, y
más tarde, las cabras, las ovejas, las vacas y los cerdos. Aparte de alimentos,
de los animales obtenían productos derivados como la lana o el cuero, o
servicios como el transporte o la fuerza de tiro para los cultivos. La
agricultura y la ganadería proporcionaron a los humanos una mayor certeza en
relación con sus posibilidades de sostenimiento, y comportaron enormes cambios
en su forma de vida: la tierra pasó a ser el centro de las relaciones sociales.
“ Durante el Neolítico, la población de ovejas en Asia Menor creció de 5.000 a 60.000 ejemplares, en un período de 300 años
— National Geographic
El sacrificio del cordero en Rabat (Marruecos)
La
incorporación de animales domésticos en muchos rituales religiosos y
tradiciones pone de manifiesto la importancia de la ganadería en el desarrollo
de las civilizaciones. Los egipcios, por ejemplo, adoraban a Hathor, una diosa
en forma de vaca, como símbolo de fertilidad y de abundancia. Para los
musulmanes, la fiesta del cordero, el Eid al-Adha, es una de las festividades
más significativas. Durante la celebración, se sacrifica un cordero para evocar
el sacrificio que Ibrahim (Abraham) estaba dispuesto a hacer de su hijo Ismael
(Isaac) como prueba de su Fe en Dios.
Durante la Revolución Agrícola que tuvo lugar en Europa en los siglos XVIII y XIX, la ganadería experimentó cambios significativos: el uso de maquinaria y técnicas más eficientes aumentó la productividad ganadera en un 30%. Se desarrollaron razas especializadas para la producción de carne, leche, lana y otros productos y la producción de productos de origen animal se convirtió progresivamente en una actividad de carácter industrial. A lo largo del siglo XX proliferaron la construcción de granjas y la implementación de técnicas de producción a gran escala. La cría selectiva para mejorar las características de los animales, o el uso de medicamentos y hormonas, supusieron un aumento significativo de la producción. Hoy en día, la ganadería es un componente importante de la economía para muchos países y el consumo de productos animales es una fuente de alimentación imprescindible para la humanidad.