El Ostréon avanza con parsimonia sobre las aguas tranquilas del canal de entrada del puerto de Arès. La agitación de las gaviotas ya hace rato que anuncia la vuelta de los barcos a los muelles. Encima de la cubierta, gastada por los años de servicio y la exposición al agua salada, los marineros se mueven con diligencia mientras preparan el barco para el amarre. La cubierta está llena de cajas y cestas de mimbre llenas de ostras recién cosechadas. Pese al agotamiento, el entendimiento entre los tripulantes es perceptible. Se comunican con miradas y gestos, en una conexión profunda forjada por años de experiencias compartidas. El día a día de los marineros es un desafío constante, pero también es una muestra del espíritu robusto de aquellos que eligen el mar como modo de vida.
“ La indústria pesquera ocupa más de 200 millones de personas
y supone el 5% del PIB mundial
— Organización Mundial del Comercio
El sector pesquero es clave para muchos países costeros. Las exportaciones de productos pesqueros representan alrededor del 10% del comercio agrícola mundial, lo que convierte a la pesca en una actividad económica significativa. Algunos productos marinos como las ostras o el marisco han adquirido un aire de sofisticación entre los consumidores y se asocian al lujo. Sin embargo, detrás hay un trabajo duro y a veces peligroso. Trabajar en el mar pide esfuerzo y conocimiento del medio; es un trabajo arriesgado, en el que la dependencia del pescador de los elementos alcanza una dimensión singular e incluso mística. Para muchos, la pesca es algo más que una actividad para ganarse la vida: es una forma de ver el mundo, de conocer y relacionarse con la naturaleza..
“ El 35% de los productos pesqueros se comercializa internacionalmente
— Organización Mundial del Comercio