Un fusil descansa en el interior de una cabaña del
poblado de Kimkopke. La caza ha jugado un papel significativo a lo largo de la
evolución, especialmente en las primeras etapas. Durante la prehistoria, los
grupos de cazadores-recolectores dependían de los animales salvajes para
obtener pieles y alimentos. La caza impulsó la innovación tecnológica y la
creación de herramientas cada vez más precisas que posteriormente tuvieron
aplicaciones en otras áreas de la vida cotidiana. Cazar, que requería
organización y una división del trabajo eficiente, fomentaba la colaboración y
cohesión entre los miembros de la comunidad, lo que originó la aparición de
jerarquías y estructuras sociales complejas. Gracias a la experiencia y
observación de los hábitats y del comportamiento de los animales, los humanos
desarrollaron y enriquecieron su conocimiento sobre la naturaleza. Las
representaciones de animales en pinturas rupestres o en vasos de cerámica son
testigos de la importancia de esta actividad para estas primeras comunidades.
“ Durante el Paleolítico, el 90% de la dieta humana provenia de animales cazados
— National Geographic
A partir del descubrimiento y expansión de la
agricultura, hace aproximadamente 9.500 años, la caza fue disminuyendo como
práctica esencial para la supervivencia humana. Sin embargo, hoy todavía tiene
un papel importante para la subsistencia y la seguridad alimentaria de muchas
comunidades rurales de África, América Latina y otras regiones poco
desarrolladas. Por su parte, la caza deportiva es una industria en crecimiento
que contribuye significativamente a la economía local de muchos territorios. En
algunos países, la caza representa hasta el 9% de los ingresos totales
generados por el turismo.
Sin embargo, la caza moderna plantea cuestiones
éticas y de conservación. Las poblaciones de especies cinegéticas han disminuido
un 60% en los últimos 50 años a nivel mundial; sólo una de cada cuatro especies
cinegéticas se caza de forma sostenible. Por otra parte, según la Organización
de Naciones Unidas, la caza ilegal representa el 30% del comercio mundial de
fauna salvaje y se ha convertido en una preocupación importante para el
mantenimiento de la biodiversidad en muchos territorios.
“ El 5% de la población mundial participa de la caza
— UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medi Ambiente)