¿Es sostenible el actual modelo de producción de alimentos? ¿Es justo el reparto de los beneficios del comercio? ¿Es responsable el modelo actual de consumo? Cada vez hay más evidencias de que la respuesta es “No”. Para hacer frente a los retos a corto plazo que plantean los modelos actuales de producción, comercio y consumo de alimentos es necesario implicar a todos los actores clave a escala global: los gobiernos, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil y, en última instancia, los consumidores, que pese a su gran poder de transformación, no siempre disponen de información suficientemente rigurosa para valorar los impactos reales que sus actos tienen para la sostenibilidad ambiental y social del planeta. Ninguno de los desafíos que plantean los sistemas de producción, comercio y consumo actuales se puede encarar con éxito sin la complicidad de los ciudadanos.
“ No heredamos la tierra de nuestros padres, sino que nos la prestan nuestros
hijos— Proverbio nativo americano
El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de Naciones
Unidas aprobó la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, una hoja de ruta con 17
objetivos a través de los cuales se propone abordar los grandes retos globales
que tenemos planteados. La Agenda propone modelos de producción y consumo
responsables y justos que, entre otras cosas, permitan erradicar la pobreza,
combatir las desigualdades y promover la prosperidad en el mundo sin poner en
riesgo la integridad del planeta. Esta hoja de ruta debe marcar la acción de la
comunidad internacional durante los próximos años para conseguir un hito común:
el desarrollo mundial sostenible.